1

viernes, 9 de septiembre de 2016

LO QUE NO VEMOS DE NOSOTROS MISMOS



Siempre me había jactado de ser una persona buena, de alguien buena gente, de ser el buenito, el que nunca le hace nada malo a nadie. Sí ese era yo. Pasaba por la vida creyendo que debería ser como el resto o que debía complacer a todos. Me empeñé en ser el que a todos los caía bien. Siempre decía y aparentaba decir y hacer cosas pero para quedar bien con los otros y mostrar una imagen, una pose. Lo hice tantas veces y me lo repetí tanto, que terminé creyendo ser alguien que no soy.

Así pasé muchos años de mi vida. No fue si no hasta que me encontré con C. que un día me encaró como nadie lo había hecho. Yo le había dicho que quería mudarme, pero en el fondo solo tenía excusas para no hacerlo, por miedo o por no sé qué. 

Un día C. me preguntó si me iba a mudar y contesté que sí pero que no encontraba cochera y por eso no lo hacía. C. entonces me ayudó a encontrar una cochera cerca del lugar que había elegido para mudarme. Cuando subí al auto me preguntó que si ya con eso podía mudarme y yo contesté que no lo sabía, que estaba evaluando, que puede ser a lo que C. me dijo "Tú me comentaste que si conseguías cochera te mudabas, ahora ya la tienes, ¿hablabas en serio o solo eran palabras? ¿Te vas a mudar o no?"  Me quedé sin palabras, nadie me había "sacado al fresco" como lo hizo C. No tenía argumentos, no tenía excusas. Finalmente por orgullo tuve que mudarme solo.

No sé si era por miedo a mudarme solo, por simplemente decir que vivía solo o porque pensé que finalmente iba a tener mi propio espacio, pero no estaba convencido de lo que sentía cuando dije que quería mudarme. Me comencé a dar cuenta que muchas de las cosas que decía no hacía. Que solo aparentaba una imagen pero en el fondo creía y pensaba otra cosa. No era coherente conmigo mismo. (ver post ¿Estamos viviendo en coherencia?)

Desde ese momento comencé poco a poco a tomar consciencia de las cosas que había dicho y hecho en el pasado. Las personas que había herido con mis comentarios o con mis acciones, personas de las que había hablado mal a sus espaldas, personas con las que había salido pero que no me comprometía (quizá por cobarde) pero que seguro en el fondo las había herido. 

Me di cuenta hace poco que nosotros nos vemos de una manera, pero las personas con las que más interrelacionamos nos ven de otra. Necesitamos a veces que alguien nos haga ver y tomar consciencia de qué estamos haciendo mal pues hay una venda que no nos permite ver más allá. Necesitamos de alguien de fuera que pueda ver nuestro bosque, porque a veces nosotros estamos medios perdidos entre los árboles. 

Si deseas saber quien eres empieza preguntándote: "Si XX estuviera aquí en frente de mí, qué diría de mí, qué me diría sobre mis virtudes, sobre mis defectos, sobre dónde debo mejorar...". Quizá viéndonos a través de los ojos del otro, podamos empezar a vernos de una manera diferente, tomar consciencia en qué estamos equivocados y comenzar a ser mejores cada día.

(Mientras escribía este post vinieron a mi mente personas del pasado y del presente que ahora sé que las lastimé con mis palabras o mis acciones. Si eres una de ellas y estas leyendo este post solo quiero decirte una cosa de corazón: PERDÓN)



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante